FUNDACIÓN IBEROAMERICANA DE ARTROGRIPOSIS MÚLTIPLE CONGÉNITA Y OTRAS ENFERMEDADES NO COMUNES (ASOIBEROAMC)
DESAROLLO DEL LENGUAJE EN NIÑOS CON AMC DE 0 A 4 AÑOS
El lenguaje es el principal medio de comunicación de los seres humanos, a través de él podemos intercambiar información, mensajes, ideas y sentimientos. Es una destreza que se aprende de manera natural en los primeros años de vida, pues el niño empieza a hablar en interacción con su madre y con los adultos. Para el desarrollo del lenguaje existen dos factores necesarios e importantes:
La maduración biológica y las influencias ambientales, el primero está referido a los órganos que intervienen en el habla, que nos hacen capaces de emitir sonidos, palabras, frases y comunicarnos oralmente; el segundo se refiere a que los niños necesitan de oportunidades que brinda el entorno y de una estimulación adecuada, al utilizar el lenguaje oral, el niño recibirá el afecto y la atención de los padres y se dará cuenta que hablar es necesario para comunicar sus necesidades y deseos.
¿Cómo se desarrolla el lenguaje en los bebés?
Diversos autores coinciden en que el desarrollo de lenguaje verbal comprende dos etapas:
Etapa Pre-lingüística: Es considerada como la etapa del nivel fónico puro, comprende las expresiones vocales y sonidos que realiza el bebé desde el llanto hasta los gorjeos y balbuceos en el primer año de vida. Esta etapa que muchas veces es dejada de lado, es la que permitirá formar las bases necesarias para la producción de sonidos, sílabas y palabras.
Etapa Lingüística: Esta etapa empieza cuando el niño expresa la primera palabra, ya no solo realiza emisiones fónicas sino que empezará a expresarse verbalmente a través de palabras y frases con contenido semántico y sintáctico.
Es necesario recalcar que el desarrollo de estos periodos se refiere al lenguaje expresivo del niño y que previamente y en mayor proporción se estará desarrollando el lenguaje comprensivo.
Secuencia de desarrollo del lenguaje por edades
De 0 a 1 mes: El bebé prestará atención a los sonidos o gritos. Se comunicará a través del llanto buscando la satisfacción de sus necesidades.
2 meses: Produce ruidos y llantos diferenciados según la necesidad del niño o la causa que lo produce.
3 meses: Emite vocalizaciones y sonidos guturales “ga, ga” “gu, gu”, empezará a producir balbuceos con algunas consonantes y vocales.
4 meses: Existirá mayor interés por parte del bebé hacia las personas y los objetos, empezará a darse cuenta que los sonidos que emite producirán un efecto en su entorno, aprenderá la función de la comunicación verbal, por ende las vocalizaciones y gorjeos aumentarán.
6 meses: Por medio de los balbuceos empezará a conversar con las demás personas, emitirá más vocales unidas a consonantes para formar sílabas pa/, /ma/, /ba/, /ta/.
8 meses: Es la etapa del parloteo, emitirá más silabas seguidas a modo de respuesta a sus conversaciones, por ejemplo: “da-da”, “ba-ba”, “ma-ma”.
10 meses: Responde a su nombre y a consignas simples tales como “no”, “ven”. Vocaliza de manera más articulada, empieza a imitar palabras.
12 meses: Imita las palabras y la entonación de los adultos. Comprende órdenes y prohibiciones y dice 2 o 3 palabras en promedio.
18 meses: Su nivel de comprensión mejora notablemente, empieza a pedir las cosas señalando o nombrando los objetos, puede pronunciar correctamente un promedio de 10 palabras, señala algunas partes de su cuerpo cuando se lo piden.
2 años: Se interesa más por la comunicación verbal, ya es capaz de expresar frases de dos a tres palabras y utilizar algunos pronombres personales (mío, tú, yo).
3 años: Existe un incremento rápido del vocabulario, cada día aprende más palabras, su lenguaje ya es comprensible. El uso del lenguaje es mayor y lo utiliza al conversar con los demás o cuando está solo.
4 años: A esta edad el niño prácticamente domina la gramática, su vocabulario sigue desarrollándose, utiliza pronombres, verbos, artículos. Esta edad es caracterizada por las
preguntas ¿qué es? ¿Por qué? ¿Para qué?
Este es el proceso normal del desarrollo del lenguaje en los niños, es posible que algunos salgan de los estándares establecidos, pero es común, ya que cada niño es diferente como también su entorno.
Cómo estimular el lenguaje en los niños:
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Háblele y comuníquese con su bebé, el empezará a conversar con usted por medio de balbuceos, sonidos y luego palabras.
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Responda verbalmente y con mucho afecto a los sonidos producidos por el bebé.
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Haga juegos de labio para que él lo imite, haga sonidos y soplos, imite y refuerce también los sonidos producidos por el bebé tratando de estimular la producción de palabras. Por ejemplo si dice “ma”, diga usted “ma”…. ¡mamá!”.
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Ponga énfasis al vocalizar las sílabas o palabras, la articulación debe ser clara y lenta.
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Enséñele canciones sencillas y cortas acompañadas de gestos y palmadas.
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Enséñele cómo se llaman lo objetos que señala o interesan al niño.
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Juegue a producir sonidos onomatopéyicos (sonidos de animales perro, gato, pato, etc.)
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Muéstrele láminas, fotos, cuentos, para aumentar el vocabulario del niño.
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No corrija al niño cuando no pronuncia adecuadamente los fonemas, evite decir “no así no se dice, es así…”, es suficiente con que lo escuche a usted pronunciar dicha palabra de la manera correcta y que intente hacerlo, poco a poco irá mejorando, no lo presione demasiado.
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Incentívelo a comunicarse, a pedir las cosas a través de palabras o frases. No olvide felicitarlo y mostrarse contenta cuando logra hacerlo
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Háblele de forma clara y sencilla, pero siempre de manera “adulta”. Si adopta usted las palabras mal dichas de su hijo, como “pipi” en vez de “pájaro”, no le ayudara en nada, sino todo lo contrario
Aunque Su niño ya sea capaz de hablar sin parar y su vocabulario sea muy amplio, lo normal es que aún pronuncie mal algunas palabras, que cambie las sílabas de orden o que tartamudee. A esta edad es normal y no debe preocuparse, pero puede ayudarle a pronunciar correctamente cuanto antes utilizando los tips arriba mencionados
¿Qué le pasa a mi niño?
Lo primero, es saber distinguir entre un problema del habla y un retraso normal no todos los niños comienzan a hablar a la misma edad, por lo que muchos aún pronuncian con dificultad ciertas palabras con 3-4 años, sin que esto signifique que sufran un trastorno. Se calcula que uno de cada cinco niños entre 2 y 5 años tiene problemas de lenguaje. Las alteraciones más comunes son:
- Dislalia: No pronuncia correctamente uno o varios sonidos del lenguaje (los omite o los sustituye por otros); por ejemplo, si con más de 4 años dice “telol” en vez de “terror” o “zopa” en lugar de “sopa”. Es el trastorno más frecuente. Sin embargo, hay que tener en cuenta que hasta los 6 años los niños no dominan la pronunciación y a veces simplifican las palabras complejas mediante mecanismos de “asimilación” (“pistina” en vez de “piscina”).
Pero el ceceo (pronunciación de /z/ en lugar de /s/); la guturalización del sonido /r/ (“pego” en vez de “perro”); la omisión de consonantes finales (“camió” en lugar de “camión”); o la sustitución de los sonidos /k/, /g/, /j/, /ch/, /ll/ y /ñ/, por /t/, /d/, /s/, /l/ y /n/ sí son síntomas de un problema del habla.
- Tartamudeo: Suele aparecer alrededor de los 3 años, y todos los niños pasan por una etapa en la que tartamudean un poco; algunos simplemente repiten alguna palabra o sílaba y otros hacen una pausa entre una palabra y otra, pero en principio no debe ser motivo de preocupación, el niño piensa más rápido y con mayor complejidad de lo que puede hablar. El mejor tratamiento de ese tartamudeo infantil es no darle importancia, ni siquiera decirle nada, ya que de esa forma sólo lograrás que sea consciente de su problema, se ponga más nervioso y cada vez le cueste más.
Solamente será necesario acudir a un logopeda si el problema continúa a los cinco años o si existen otros problemas de la fluidez del habla asociado a éste, como silabeo o problemas de articulación. En este caso, si el retraso en el lenguaje es muy evidente o confunde gran parte de los sonidos, puede que sea necesario acudir a un psicólogo o un neurólogo, por si esta dificultad para hablar correctamente es el síntoma de un problema mayor
- Traslocaciones: Esto es muy común y todos los niños lo hacen con aquellas palabras largas que son más difíciles de decir. Consiste en cambiar el orden de alguna de las sílabas, como “cocholate” en lugar de “chocolate” o “estógamo” en vez de “estómago”. Se corrige solo a medida que aprenden a hablar bien; sólo si sigue haciéndolo con más de 5 años puede suponer una alteración